Ana Botánica Natural

La historia de Ana Botánica comienza con un acto de amor inmenso: el de mi madre. Un día, con la valentía que solo tienen las mujeres fuertes, recogió cuatro ollas llenas de carbón y tres colchones de algodón para viajar desde Silos, Norte de Santander, junto a sus siete hijos, en busca de un sueño: darnos educación.

Llegar a la ciudad fue para mí un descubrimiento maravilloso. De niña campesina pasé a contemplar luces, carros y un colegio, un mundo que me marcó para siempre. Desde mis 7 años, ya era amante de las plantas: recogía hojas, las ponía a secar, me fascinaban sus colores, olores y formas. Esa curiosidad fue la semilla de un amor profundo por la naturaleza.

El camino académico me llevó a convertirme en licenciada en Biología y Química, y más adelante estudié Medicina Natural en la Asociación Latinoamericana de Medicina Natural en Valencia, Venezuela. Siempre supe que la ciencia y la naturaleza debían encontrarse para sanar y transformar vidas.

La vida me lo confirmó de una manera muy personal: mi hija Angie, estudiante de Química en la Universidad Nacional, padeció durante más de cuatro años dermatitis atópica. Pasamos por hospitales, medicamentos costosos y visitas al Federico Lleras Acosta en Bogotá, pero nada parecía aliviarla. En un viaje a la Patagonia argentina, junto a mis dos hijas, tomamos la decisión de unir conocimientos y corazones: fabricar nuestro primer jabón con aloe vera. Ese jabón no solo sanó la piel de Angie, también abrió un camino que nos permitió ayudar a muchas personas con problemas similares.

Así nació Ana Botánica Natural: un emprendimiento familiar que une ciencia y botánica para transformar plantas medicinales en productos sólidos, artesanales, biodegradables y Zero Waste. Cada fórmula está pensada para cuidar la piel y el cabello, sin generar residuos plásticos ni químicos, y siempre sacando lo mejor de cada planta medicinal colombiana.

Hoy, con orgullo, podemos decir que tenemos clientes felices que confían en nuestros productos, porque detrás de cada champú, acondicionador o jabón hay más que una receta: hay historia, hay ciencia, hay naturaleza… y hay un legado que empezó con la fuerza de una madre y continúa con el compromiso de sanar y conservar la vida.